sobre el tiempo y los bancos

El mago despertó y miro a su alrededor, no sabia donde estaba ni que había salido mal, era un hechizo complicado después de todo, miro a su alrededor una niebla espesa lo rodeaba ocultándole todo hasta el suelo que pisaba.
-¿estoy muerto?- murmuro, pero su leve susurro se perdió en el aire
Se levanto sin saber donde ir, respiraba agitadamente y su corazón trataba de huir de su pecho, entonces supo que estaba vivo. Se tranquilizo y empezó a acariciar su larga barba blanca (quisiera aclarar que fue un total accidente, y no por seguir el cliché, el pobre hombre paso tantos años desarrollando sus artes que olvido afeitarse por 50 años, cual es tu excusa Dumbledore) y preguntarse donde estaría, lo ultimo que recuerda era estar en su laboratorio tratando de replicar un antiguo hechizo que le permitiría cambiar el pasado y el fluir del tiempo, luego una explosión y luego…
Su meditación fue interrumpida por una fuerte ráfaga de viento, increíblemente rápida y ruidosa en tal solemne silencio y paz, aunque paso rápido y se llevo la niebla (y el sombrero de cono del mago). Asustado el mago, pudo abrir los ojos después de que el viento cesara, pudo observar ahora libre de obstáculos su alrededor.
Frente a el un abismo, oscuridad absoluta, estaba a la orilla del universo a lo lejos las estrellas y galaxias se veían como diminutos pixeles en la enorme e infinita masa de materia oscura, asustado por es vista miro hacia abajo y observo que estaba en el borde de una acera, retrocedió asustado para no caerse, deseando tener su vara (sin dobles sentidos) para poder sostenerse, rápidamente se giro y la visión tan fuera de lugar con la que se encontró, lo dejo perplejo, el estaba en una acera que avanzaba varios metros a su izquierda y derecha y se detenían abrupta y paralelamente en el vacío del universo, de una forma perfecta y frente a el un enorme edificio con una arquitectura clásica del siglo de XIX, con grandes puertas de vidrio abiertas, ante el mago, y en el borde del universo, un perfecto y simple banco, pues era un banco cualquiera que hubiese visto un banco sabría que es un banco.
El mago dudo unos momentos, pero sin ninguna otra opción entro, el interior era mucho mas grande de lo que pudiese esperar, aunque por algún extraño motivo, no parecía irreal, no era como si el interior fuera mágicamente ampliado, el lo sabría era un mago después de todo, sino que simplemente el espacio estuviera bien usado. Era un banco después de todo, con columnas, cajas, escaleras, separadores para las filas y un enorme reloj, con la marca Rolex™ escrita, lo curioso de ese reloj cuyos números dorados en romano marcaban su hermosa y perfecta redondez es que estaba parado en un cuarto para las doce, el mago miro un rato el reloj pensando en el simbolismo que pudiera estar detrás de eso, los símbolos son importantes y el lo sabia, termino formulándose un par de teorías pero sin mucho que hacer con ellas exploro el lugar con la mirada de izquierda a derecha, nadie, estaba totalmente solo, dio un paso mas dentro y entonces las vio
Sombras y muchas eran solo siluetas grandes y pequeñas haciendo cola para las cajas impacientes algunas llevaban el blanco contorno de audífonos y un ipod™ en sus manos, otros leían periódicos en blanco otros miraban sus vacías muñecas y miraban sobre la siluetas de los adelante, aun con todo ese ajetreo, ningún sonido mas que la respiración del mago sonaban, pero había algo mas a pesar que las siluetas no debían ser mas de una cuantas docenas, la fila parecía contener un numero que ningún hombre había tenido la excusa de pronunciar jamás (recontra mucho) asustado miro hacia la puerta, que, para su alivio continuaba abierta pero, para su desgracia ahora estaba custodiada por un guardia con su sombrero de guardia, su uniforme de guardia, su pistola de guardia, su macana de guardia, era un guardia, claro que carecía de piel, músculos arterias, grasa, nervios y órganos y estaba cubierto de telarañas, en una rígida postura de pie
Ante la surrealista visión el mago por primera vez se planteo si todo podría ser quizás solo un sueño,  no lo había pensado, el estaba acostumbrado a este tipo de cosas, pero se lo planteo seriamente, quizás se durmió en medio de los humos y el aburrido cántico del hechizo y todo esto no era mas que un sueño, quizás se había olvidado hacer algún tramite bancario últimamente, los magos también sueñan y no siempre son sueños proféticos, o viajes místicos la vida ya estaba llena de viajes y profecías en la vigilia pensó, y esto era solo un episodio para Freud, se giro y empezó a caminar hacia las sombras quizás al tratar de hablar con alguna despertaría, luego iría a dormir a su cama apropiadamente después de tomar una infusión para evitar los sueños raros y en la mañana revisaría sus papeles, si eso seria agradable.
Al empezar moverse un fuerte jalon en el hombro le detuvo, giro su cabeza lentamente, sintió un apretón doloroso, no estaba soñando era algo seguro ya, y vio una esquelética mano apresándolo, se volteo mas y el delgado guardia le sostenía
-Entschuldigen Sie bitte?- con una vos carrasposa (lo que es raro por que no tiene garganta o amígdalas o laringe)
-ah- un murmullo asustado fue lo único que pudo balbucear el mago ante la incomprensible pregunta
-yo lo atenderé Hans- hablo una voz, refinada, con el mismo acento suizo (zona de habla alemana) que el guardia
Después de eso el esqueleto soltó al mago y se dirigió a su posición original el mago observo, al hombre, estaba caramente vestido, con un traje negro de tres piezas, con una camisa blanca pulcramente planchada, zapatos italianos y una corbata carmesí, el hombre llevaba un reloj de oro en la muñeca y otro de bolsillo, era un hombre alto relativamente calvo, de mirada seria, e inexpresiva
El hombre le indico con la mano al mago que le siguiera antes de que este pudiera preguntar cualquier cosa, al caminar pasaron al lado de las sombras vio como algunas de estas terminaban sus tramites en las cajas, que no eran atendidas por nadie y luego se desvanecían cuando se encaminaban a las puertas, observo las siluetas y se extraño. Quiso preguntar pero prefirió seguir al hombre hasta un ascensor que no había visto antes lo tomaron y subieron algunos pisos en silencio llegaron hasta un piso lleno de oficinas todas ellas vacías y finalmente a una oficina cuya puerta de cristal tenia grabada las palabras gerente en ella.
Llegaron a una elegante pero simple oficina le ofrecieron asiento y luego el hombre se sentó en su silla y empezó a leer una carpeta en cuya portada estaba etiquetado el nombre del mago y dos fechas, una su nacimiento y la otra de varios años después.
-bien señor, creo que usted tiene preguntas- hablo por fin el hombre del traje mirando de frente al mago con toda naturalidad
-¿donde estoy?- no pudo hacer otra pregunta
-una pregunta complicada de contestar, usted caballero se encuentra en mi reino, un lugar fabricado para la mayor comodidad de mis clientes- respondió
-entonces usted es el señor de esta realidad- no era una pregunta
-así es
-y entonces ¿Quien es usted?
-un concepto- comenzó su discurso- uno si disculpa mi falta de modestia, que define la importancia del espacio y hasta la vida misma; a fin de cuantas yo Soy el asesino de hombres, animales, montañas, océanos, mundos, estrellas, y hasta universos –su voz era alta ahora como si cada palabra aumentara su fuerza-, soy el terrible ladrón, soy…
Se detuvo en esa frase y meneando la cabeza con una sonrisa
-perdone el teatro- dijo arreglándose la corbata- estoy orgulloso de mi trabajo y lo que e logrado,  ahem, soy el tiempo
-…
Imaginen que en toda su vida jamás se encontraran nada sobrenatural ni especial (triste que la mayoría no tenga que imaginárselo) y que de repente se hallarán ante un dios con cabeza de halcón, y en ves de ojo izquierdo una cobra que llevara una lanza y brillara como el mediodía, y les grite soy Horus hijo de Osiris, el sol de medio DIA, ahora eso es exactamente lo que siente el mago en estos momentos
-ahora te he llamado porque según veo- retomo “el tiempo” mirando de nuevo sus papeles- que has decidido jugar con la estructura de la realidad y la historia
-…
-mira sinceramente, no me gusta ese tipo de tratos, yo le doy a las sombras de lo que van a ser, una cantidad especifica para que trabajen y luego la cobro, como todo buen prestamista a la sombra de lo que fueron, y hacemos un buen negocio, y todos son felices- continuo sin un rastro de emoción ecepto quizás el aburrimiento- pero claro siempre hay personajes como tu que les gusta jugar con la realidad que tanto nos costo ordenar con leyes matemáticas y lógicas, con sus susodichas artes, y casi todos llegan al punto en que estas tu y dicen “¿Ey y si voy a joder un rato la historia?” y fastidian el tiempo que otros usaron ya…
-¿me trajo para castigarme?- pregunto aterrorizado el mago, que mientras el hombre hablaba probo cada hechizo ofensivo y de escape que conocía y se dio cuenta que no servían
-no, no te castigare- dijo con un suspiro el tiempo- tarde o temprano vendrás aquí y pagaras por el tiempo que usaste como todos los demás, además no estaré persiguiendo a cada uno de los tuyos cada vez que juegan en mi terreno
-entonces para que…- interrumpió de nuevo el mago
El tiempo dejo unos formularios en cima un lápiz metálico
-llena estas formas en la que aceptas la responsabilidad de jugar con la matriz de la realidad y aceptas los seguros y retractaciones que me aseguran que podré tomar de vuelta todo el tiempo que tomes
-…
-mira es eso o hacerlo que hacíamos antes- dijo algo irritado pero sin perder la calma- y hago que toda tu vida pase en un segundo
-y si prometo detener mis hechizos que tengan que ver con el tiempo- balbuceo nervioso el mago
-podrías hacer eso, pero mi abogado no permitiría que te dejara ir sin firmar
El mago comenzó a leer, pero después de lo que parecieron varias horas se rindió miro nervioso a su alrededor y sin saber como termino firmando cada uno de los papeles
-gracias- dijo el inexpresivo tiempo- te acompaño a la salida
El mago le siguió, ahora quizás consideren tonto firmar algo tan descaídamente, pero había algo en ese solemne lugar, o quizás era el hombre que le acompañaba en el ascensor algo obligaba a seguir el juego sin cuestionar, el mago no hablo mientras su acompañante le guiaba a la salida, al pasar al lado de las cajas pudo notar como las figuras mas definidas de las sombras entregaban sus historias a las invisibles cajeras antes de irse, había algunas grandiosas y épicas, otras diminutas pero bellas y otras que simplemente no valían la pena contar; mientras que las mas difusas  recibían una hoja en blanco y se retiraban a gastarlo soñadores y esperanzados, al caminar y justo antes de salir se volteo hacia su acompañante y formulo una ultima pregunta, no una profunda y significativo solo pregunto
-¿Por qué esta detenido su reloj?
-¿crees que esta detenido?-respondió por primera vez mostrando un cambio real en su expresión, levantando las cejas- yo a veces pienso que va demasiado rápido
…
…

El mago termino el cántico, por un instante tuvo una loca visión de un banco y un largo y dudoso contrato, pero pensó que era solo el cansancio, miro el poder del conjuro flotando en el éter decidió dejarlo hasta mañana
Se iría a dormir estaba cansado, pero eso no evito que pensara un segundo en la extraña visión y pero desecho luego sus preocupaciones asumiendo que simplemente estaba preocupado por algún tramite bancario que no hubiera recordado
-no importa- se dijo- por la mañana recordare, tengo todo el tiempo del mundo